El santo profeta Muhammad (PB), despues de la emigración a Medina y de recibir él y los musulmanes que emigraron de Meca (los Emigrados), el auxilio sin reservas de la gente de esa ciudad que les valió el orgulloso apodo de Ansâr, los Auxiliadores, constituyó una sociedad islámica y se dedicó al gobierno de sus asuntos. La mezquita del profeta, además de ser el centro de la adoración comunitaria, la difusión del mensaje divino y la educación y la enseñanza de la gente, fue también el refugio de los emigrados y los desposeídos y el lugar donde se atendía a sus necesidades económicas.
También fue un lugar donde se juzgaba, se impartía justicia entre partes litigantes y se tomaban decisiones militares y el envío de fuerzas a los frentes de batalla y el resto de los asuntos de gobierno. En otras palabras, el gobierno de los asuntos mundanos y espirituales de la gente era llevado a cabo por el noble profeta (PB) y los musulmanes se veían en la obligación de obedecer sus órdenes puesto que Dios Altísimo, además de exhortar a la obediencia incondicional con respecto a las órdenes del profeta, específicamente en los asuntos políticos, judiciales y militares, dio órdenes enfáticas para la subordinación con respecto a Su Mensajero (PB).
el profeta Muhammad (PB), además de poseer el rango de profeta y ostentar el mensaje y el rango de la educación y la enseñanza de las normas islámicas, poseía también el rango de parte de Dios de Gobernante y máxima autoridad de la sociedad Islámica con los rangos subordinados de juez, comandante militar y otros que de él se derivaban.
El Islam, además de las obligaciones de adoración y morales, posee normas políticas, económicas, jurídicas, etc., así también el profeta del Islam, además de las obligaciones de la difusión, la enseñanza, la educación, poseía de parte de Dios, las obligaciones ejecutivas de las leyes y normas divinas y poseía todos los rangos de gobierno.
Es evidente que una religión que proclama el gobierno de todas las sociedades humanas hasta el fin del mundo no puede permanecer indiferente con respecto a este tipo de asuntos y la sociedad que se forma en base a esta religión no puede carecer de estos cargos políticos y gubernamentales. Todas estas jerarquías y obligaciones se enmarcan en el rango general del Imamato (liderazgo de parte de Dios de todos los asuntos materiales y espirituales del individuo y de la sociedad.)
Pero el tema es que después de la muerte del santo profeta Muhammad (PB),
¿quién debe ocupar esta jerarquía?
¿Y quién confiere tal autoridad?
¿Acaso de la misma manera que Dios confirió esta jerarquía al profeta Muhammad (PB), se las confirió a otras personas?
¿Acaso el ocupar este rango solo es posible mediante la designación divina y solo con ella adquiere legalidad?
¿O esta designación de parte de Dios, únicamente correspondió al noble profeta y luego de su fallecimiento era la gente la que debía elegir para sí un Imam y erigirlo como su autoridad?
¿En verdad la gente posee semejante derecho o no?
Añadir nuevo comentario