No existe duda alguna de que el viajero espiritual, en el viaje que realiza para su perfeccionamiento personal, se encuentra unido a particularidades y a la multiplicidad exterior y avanza en dirección a la generalidad y a la unidad. Y, con cada paso que da, su movimiento en este viaje se hace más fuerte y su crecimiento en la unión con significado general se hace más completo, su capacidad intelectual incrementa los grados de la actividad y fortalecimiento a causa de su salida del mundo de las suposiciones y de las fantasías especulativas y, de la misma manera que esta verdad se verifica en su mundo mental, se manifiesta en su mundo imaginal y a otros niveles más elevados, como son el mundo angélico (malakut) y otros, más elevados aun. (El núcleo de los núcleos, P84)
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