Dios Todopoderoso resucitará a todos después de la muerte y examinará sus obras.

Ma'ad es uno de los tres pilares de la sagrada religión del Islam y uno de los elementos esenciales de esta religión pura. Cada hombre (sin ninguna excepción) puede notar la diferencia entre buenas y malas acciones con su naturaleza otorgada por Dios y considera la "benevolencia" (aunque no la practique) como un "acto decente y esencial para realizar" y "malas acciones" (aunque puede estar realizando estos) para ser indecente y un acto para evitar esencialmente.

Indudablemente, la bondad y la maldad, la benevolencia y la malevolencia son desde el punto de vista de los resultados y recompensas que estas dos cualidades poseen. Asimismo, no hay duda de que no existe ni un solo día en este mundo en que no les alcance la recompensa y retribución de las buenas y malas obras de bienhechores y malhechores; porque observamos claramente que muchos benefactores pasan su vida en extrema amargura y miseria, mientras que muchos malhechores que están completamente involucrados en la comisión de delitos y faltas, con su conducta perversa y carácter vergonzoso, pasan su vida con felicidad y prosperidad.

Creencia islámica sobre la vida eterna P1

Por eso, si en el futuro y en un mundo que no sea este mundo, no se hubiera fijado un día en que se juzgarían las buenas y malas acciones y se daría la recompensa adecuada, tal atención y cuidado (que la benevolencia es buena y esencial y la malevolencia es mala y debe evitarse) no se habría colocado en la naturaleza del hombre. No debe imaginarse que la recompensa de la benevolencia, que el hombre considera buena, es que establece el orden en la sociedad y la gente gana prosperidad en sus vidas y que, en consecuencia, la persona benévola misma recibe una parte de los beneficios de su benevolencia. De la misma manera, tampoco debe imaginarse que una persona malévola, con su conducta y comportamiento indecente, perturbe el orden de la sociedad y así él mismo finalmente se enrede con sus efectos desagradables.

Aunque este tipo de pensamiento es hasta cierto punto aplicable a individuos desorganizados e ineficientes; no se aplica a aquellas personas que han alcanzado la cúspide del poder y cuya felicidad y éxito no están en absoluto influenciado por el orden y el desorden de la sociedad, por el contrario, cuando la perturbación y la corrupción prevalecen en la sociedad y cuando las condiciones de vida de la gente se vuelve melancólica, estos individuos se vuelven más felices y exitosos, por lo que no queda ninguna razón para que la naturaleza de tales personas considere la benevolencia como buena y la malevolencia como mala.

De la misma manera, aunque estas personas son prósperas en sus cortas vidas, no debe imaginarse que sus nombres serán deshonrosos y soportarán la aversión del público para siempre debido a sus actos malvados. Esto se debe a que la manifestación de sus nombres vergonzosos y el juicio desagradable de la posteridad sobre ellos ocurren en un momento en que estas personas han fallecido y no tienen impacto en sus vidas llenas de felicidad, placer y disfrute. Por esta razón, no habrá razón para que el hombre considere buena la benevolencia y la adquiera, o considere mala la malevolencia y se abstenga de ella y tienda hacia la creencia mencionada. Si no hubiera existido la Ma'ad, sería una creencia supersticiosa. Por lo tanto, a través de esta creencia pura y firme que el Creador del mundo ha puesto en nuestra naturaleza, debemos entender que Dios Todopoderoso resucitará a todos después de la muerte y examinará sus obras. Dios Todopoderoso dará una buena recompensa y una bendición eterna a los benefactores por sus actos y castigará a los malhechores por sus actos. Y este día en árabe se llama (Yaum al-Qiyamah) o sea el Día del Juicio.

Referencias:
Enseñanzas Islámicas en breve, Sayyid Muhammad Husayn Tabataba'i