Entre las excelencias de la conducta del Imam Sajjad (P) está el hecho de que está completamente libre de egoísmo. No había rastro de egoísmo en él. Esto lo demuestra el hecho de que, cuando quiso viajar, lo hizo entre personas que no lo conocían, para poder servirles, y no permitió que nadie lo sirviera.
La humildad del Imam Sayyad
Una vez el Imam Sajjad (A.S.) viajó con un grupo que no lo conocía. Él les estaba sirviendo, pero alguien lo reconoció y reveló su identidad, diciendo: “¡Ay de ustedes! ¿Sabes quien es el?" Ellos respondieron: “No, no lo sabemos”. La persona dijo: “Este es Ali Ibn Hussein, el último descendiente del Mensajero de Dios en la tierra, y su argumento”.
La gente corrió hacia el Imam, besando sus manos y pies y diciendo: “¿Quieres enviarnos al fuego del Infierno? ¿Qué te impulsó a hacer esto?” Él respondió en voz baja y educada: “Una vez viajé con gente que me conocía. Por lo tanto, debido al Mensajero de Dios (S.A.W.S.) me han dado cosas que no merezco. Me temo que tú harás lo mismo. Así que me gustaba más estar escondido”. Esta es una prueba de la sublimidad y la perfección ilimitada del líder de los musulmanes e imán de los piadosos.
Una de las excelencias de su conducta es el hecho de que cuando pasaba por una calle y veía algo que pudiera ofender a los transeúntes, como una piedra o lodo, desmontaba de su montura y quitaba la cosa del camino con las manos237. . Del mismo modo, cuando pasaba por un lugar, montado en su mula, no pedía pasar. Decía: “El camino es público y no debo prohibir que nadie lo use”. Esta conducta traduce la conducta de su abuelo, el Mensajero de Dios (S.A.W.S.), quien cambió la marcha de la historia de la tierra con la sublimidad de su conducta.
Ascetismo alrededor del mundo
Otro fenómeno de la conducta del Imam Sajjad (P) es el ascetismo hacia el mundo, rechazando por completo su embellecimiento y esplendor. La vida no se le escapaba y no respondía a ninguno de sus atractivos. Sus biógrafos son unánimes en señalar que fue uno de los hombres más ascéticos. Se le preguntó a Zuhri sobre la persona más ascética. Él respondió: “Es Ali Ibn Al Hussein”. Vio a un mendigo llorando por el mundo y sintió pena por él. Y le dijo: “Si el mundo estuviera en la palma de alguien y se le cayera, que ese alguien no lo llore”.
El ascetismo del Imam Sajjad (P) se basó en la piedad, el temor de cometer cosas prohibidas por Dios, exaltado sea, una fuerte preocupación por los asuntos religiosos, como fue el caso de sus padres que se deshicieron de todas las atracciones materialistas y se dirigieron en la dirección de Justicia.
Añadir nuevo comentario