La angustia de Fátima
La tristeza y la angustia llenaron el corazón de Fátima (P) de dolor, cuando ella se enteró de que su padre pronto partiría al otro mundo, ella se sentó al lado de él y lo miró, escuchándole decir: ¡Ay mi angustia!
Ella estaba angustiada y le dijo: ¿Por qué te angustias padre?
El amado padre dijo tiernamente a su querida hija: “No habrá más angustia para tu padre después de este día”.
Estas palabras la afectaron mucho, tenía la certeza de que su padre la abandonaría. Cuando el Profeta (PB) la vio tan triste y angustiada quiso consolarla, le pidió que se acercara y le susurró algo al oído, sus ojos se llenaron de lágrimas y luego le susurró otra cosa y ella empezó a sonreír. A’isha (la esposa del Profeta (PB) se sorprendió al ver esto y dijo: “No he visto una alegría tan cerca de la tristeza como la de hoy”.
A’isha preguntó a Fátima (P), qué le había susurrado su padre a ella, pero ella no le respondió. Cuando los días pasaron, le dijo: “Él me dijo: Gabriel (P) me repasaba el Corán (todo) una vez por año, pero éste año lo hizo dos veces y pienso que mi muerte está muy cerca”
Este fue el motivo por el cual sufrí y lloré. Y lo que mi hizo sonreír fue que él me dijo: “Tú eres la primera de mi familia que se reunirá conmigo (que morirá). Yo soy tu mejor ascendiente. No te complace ser la mejor mujer de este mundo”[19].
El Profeta (PB) reconfortó a Fátima (P) diciéndolo: “Oh hija mía no llores, cuando yo muera di: “De Dios venimos y a Él regresaremos.” Esto tiene un premio para cualquiera que muera.
Ella dijo: ¿Y para ti oh Mensajero de Dios?
El respondió: “Sí, y para mí.”[20]
Cuando se acrecentó el dolor del Profeta (PB), Fátima (P) empezó a llorar y ella dijo: Por Dios que tú eres como alguien dijo:
“Un ser, por cuyo rostro si él lo pide, hará llover”
“Un albergue para los huérfanos y el guardián de las viudas”.
El Profeta (PB) le dijo: “Este es un dicho de tu tío Abi Talib. Luego recitó la aleya coránica: Muhammad no es sino un enviado, antes del cual han pasado otros enviados. Si, pues muriera o le matarán ¿ibais a volver atrás¿ quién se vuelva atrás no causara ningún daño a Dios. Y Dios retribuirá a los agradecidos. (Corán 3:144).[21]
Fuente:
19 La vida del Imam Al-Husain ibn Ali, Vol. 1, P. 215
20 Ansab al-Ashraf, Vol. 1, P. 133
21 La vida del Imam Al-Husain ibn Ali, Vol. 1, P. 216
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