Umm-ul Fadl, la esposa de ‘Abbâs ibn ‘Abdul Muttalib, que era la nodriza del Imam Al-Husein (a.s.), dijo: Cierto día el Mensajero de Dios (s.a.w.) tomó de mí a Al-Husein (a.s.) -que en ese momento era un lactante-, y lo abrazó. El niño mojó la ropa del Profeta (s.a.w.) y rápidamente tomé al niño de él
(s.a.w.), por lo que comenzó a llorar. El Profeta (s.a.w.) me dijo: “¡Tranquila Umm-ul Fadl! El agua purificará mi ropa, pero, ¿qué podrá quitar la molestia y la irritación del corazón de mi hijo Al-Husein?”. (Al-Luhûf, de Ibn Tâwûs, p. 12;)
Se transmitió que cuando llevaban a algún niño ante el Mensajero de Dios (s.a.w.) para que suplicara por él o le diera un nombre, por respeto a sus parientes, el Profeta (s.a.w.) abrazaba al niño y lo ponía sobre su regazo. A veces sucedía que el niño orinaba en el regazo del Profeta (s.a.w.) y quienes
estaban observando regañaban al niño y se mostraban severos con él para impedirle seguir orinando. Pero el Mensajero de Dios (s.a.w.) les prohibía hacer eso y decía: “No interrumpáis al niño cuando esté orinando con severidad y violencia”. De esa manera dejaba al niño que terminase de orinar tranquilamente. (Makârim al-Ajlâq, p. 115;)
Comportamiento del Profeta (s.a.w.) con los Niños: Ser condescendiente con los niños
Mar, 05/08/2018 - 04:51
tolidi:
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