“Un joven juicioso se aprovecha de su efímera juventud, torna buenos sus actos y se esfuerza en obtener las ciencias.”
- Hadrat ‘Alî (a.s.) - En los países desarrollados el tema del respeto a la generación joven, así como el de su talento y la utilización de sus magníficas fuerzas, es algo que se tiene completamente en cuenta, y en diversos casos se les encomienda a ellos trabajos importantes y delicados del país, y se utilizan las fuerzas jóvenes e idóneas en beneficio de la nación. El honorable Líder del Islam (s.a.w.) también puso especial atención a este importante punto social hace catorce siglos, y en su pequeña y flamante nación se valía de la generación joven para los trabajos delicados de la misma. En diferentes oportunidades delegó los trabajos importantes del país a los jóvenes competentes e idóneos, y los apoyó abiertamente tanto de palabra como en la práctica,23 a pesar de que tener tal comportamiento en un ambiente sumido en la ignorancia y el atraso y lleno de fanatismo no era fácil de asimilar, desde que los adultos no estaban dispuestos a aceptar a la generación joven y seguirla. Cuando el Profeta (s.a.w.) elegía a un joven y lo hacía responsable de un gran cargo, los ancianos se ofendían y se lo reprochaban abiertamente al Profeta (s.a.w.), tal como se puede inferir perfectamente esta realidad del suceso de la primera convocatoria a sus parientes.
El Mensajero de Dios (s.a.w.) siempre persistió en el hecho de afianzar este proceder suyo y resistía contra los pensamientos incorrectos y los fanatismos ignorantes, hasta que finalmente, o persuadía a la gente con sus sabios discursos y sus innumerables recomendaciones, o los hacía guardar silencio.
Además, en su púlpito y sus discursos ante la gente, elogiaba y apoyaba a los jóvenes capaces, y los situaba en altos cargos gubernamentales.
Es digno de mencionar que la condición fundamental para elegir a los jóvenes, era su idoneidad y capacidad. Esta realidad se desprende claramente del análisis de las palabras del Profeta (s.a.w.). Los jóvenes que el Profeta (s.a.w.) elegía y asignaba para tareas fundamentales del Estado, eran idóneos y competentes desde el punto de vista del intelecto, ideas, inteligencia, fe, moral y administración.
Seguidamente presentaremos algunos ejemplos de jóvenes que el Mensajero de Dios (s.a.w.) eligió para importantes tareas de la nación, a fin de que no se cometan errores en cuanto a la determinación del derecho real de los jóvenes, y para que no seamos víctimas de la exageración en ninguno de sus extremos a causa de juicios fuera de lugar, y los mismos jóvenes y la gente tampoco se equivoquen al respecto, puesto que el criterio del valor para la elección de estos jóvenes, fue la fe y los valores espirituales. (Comportamiento del Profeta (s.a.w.) con los Niños y Jóvenes, P 41)
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