Tawassul es una palabra derivada de la raíz "وسل", que en árabe significa acercarse a algo o alguien. En su sentido específico, este término significa acudir a la intermediación de las personas sagradas ante Dios, para que las súplicas y peticiones sean respondidas.
Jalil Ibn Ahmad, un terminólogo árabe dice: “Practicar Tawassul ante Dios significa realizar alguna obra buena con el fin de acercarse a Él.”
En otro libro de la terminología árabe se ha escrito: “El Tawassul es buscar un medio para acercarse a alguien realizando una obra que le guste.”
Este concepto hace referencia a la acción o al efecto de acudir a los Santos, Profetas e Imames Infalibles (la paz sea con ellos) con el fin de recibir su intermediación ante Dios, o con la intención de acercarse a Dios mediante ellos. El significado del asunto de "intermediación" está muy cerca del significado del asunto de “intercesión” por los conceptos que estos tienen en común ya que la gente acude a la intermediación de las personas sagradas ante Dios, para que estas mismas intercedan por la gente ante Dios.
El Tawassul verdadero desde el punto de vista de la Shia, tiene una definición clara según el Sagrado Corán y las narraciones de los Infalibles (P). La intermediación de los Profetas y los Imames Infalibles (P) no significa que ellos tienen un rol independiente fuera de la voluntad de Dios. El asunto del Tawassul es completamente diferente a tales ideas; ya que la gente, al aferrarse a los seres santos e Infalibles (P), busca la ayuda de Dios a través de estos mediadores, y no los considera independientes en su poder.
El Tawassul, una práctica originada de la creencia en el Monoteísmo.
Tomando en consideración las aleyas que recomiendan a los creyentes buscar medios para acercarse a Dios, la práctica del Tawassul es una orden de Dios y debe ser cumplida por los siervos. De hecho, la creencia en el Monoteísmo requiere de obedecer los mandatos de Dios, y ellos que alegan ser monoteístas pero rechazan algunas de las órdenes de Dios, no son monoteístas verdaderos. Los creyentes saben que cualquier acción en este mundo se lleva a cabo con el permiso de Dios, de la misma manera, cuando piden la intercesión de los Profetas e Imames (P), saben que Dios es el que les ha dado la autoridad de interceder por la gente.
Naturalmente cuando el hombre necesita algo, busca medios para proveerlo. Por ejemplo, al tener sed busca agua, al tener hambre busca alimento, cuando se enferma se refiere a un doctor y usa alguna medicina. El uso de estos medios no significa que estos tienen efectos y beneficios independientes del poder de Dios. De hecho, únicamente Dios es el que hace posible el uso de estos medios, y Él mismo cumple nuestras necesidades a través de estos medios. Por ejemplo, Dios es el que calma nuestra sed a través del agua ya que Él mismo ha creado el agua con tal efecto. Es por lo tanto que el Profeta Abraham (P) presenta a Dios de la siguiente manera: “El Señor del Universo,el Cual me ha creado y es Quien me guía, y Quien me alimenta y me da de beber, y cuando estoy enfermo me cura”.
Lo mismo ocurre con la práctica de Tawassul a través de los Profetas e Imames (P), ya que Dios mismo les ha dado el permiso y la autoridad de interceder por la gente y pedir perdón por sus pecados. Ellos en verdad son medios entre la gente y Dios mediante los cuales Él brinda, provee y perdona.
A modo de ejemplo se puede decir que como Dios cura mediante las medicinas que ha creado, cura también mediante la intercesión de los Profetas e Imames (P).
Los monoteístas verdaderos son los que adoran y obedecen a Dios de la manera que Él ha proferido. Como Dios ha autorizado el asunto del Tawassul, esta práctica se convierte en un acto de obediencia a Dios. No obstante, aquellos que niegan este asunto, y no buscan medios para acercarse a Dios, tienen que pedir perdón a Dios por su desobediencia. Hoy en día, somos testigos de que los seguidores de algunas sectas extremistas como el Wahabismo, aunque viven en Medina o visitan esta ciudad, no hacen Ziyarat a la tumba del Profeta (PBD) ni piden su intercesión ante Dios. Estas creencias extremistas, como contradicen las aleyas que recomiendan a los creyentes buscar medios para acercarse a Dios, se consideran una desobediencia a la Ley de Dios. De hecho, el fanatismo puede impedir al ser humano entender la verdad.
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