Los pecados de las buenas personas

Si quieres ser un siervo de Dios, ¡el primer paso es no pecar! Cuando te hayas liberado de los pecados, te arrepentirás de muchos pecados: el pecado de agradecer, lo que nunca puedes hacer por completo, el pecado de no llevar a cabo los deberes de un siervo como deberían hacerse, el pecado de no ver uno mismo como pecador, el pecado de estar muy lejos de Él, y los pecados, que solo las buenas personas pueden entender. Debido a estos pecados, estas personas lloran amargamente por la noche.