Sin duda, entre todas las adoraciones que Dios obligó a la gente, el ayuno tiene una posición distinta, porque según una narración transmitida por el Profeta (PBD), Dios ha dicho: “El ayuno es de Mi, pertenece exclusivamente a Mí, y Yo mismo voy a dar la recompensa del ayuno a los ayunantes de acuerdo con Mi dignidad.”
Se ha narrado del Imam Sadiq (P) que su abuelo, el Profeta Muhammad (PBD) dijo: “El ayuno es un escudo para el ayunante contra las calamidades del mundo y es una barrera contra el castigo en el más allá”.
Sin embargo; a pesar de la alta posición que tiene el ayuno entre las adoraciones, no se puede decir que cualquier ayunante recibirá definitivamente todas las recompensas del ayuno. Según las narraciones islámicas, hay diferentes factores que pueden afectar al ayuno en forma negativa e incluso podrían cambiar su recompensa a un castigo en este mundo o en el más allá. De entre los factores negativos que afectan el ayuno se encuentran los siguientes:
La Ostentación
La ostentación es una de las faltas graves que se conoce como “El politeísmo menor”. Se ha narrado del Profeta del Islam (PBD) que dijo: “Yo, en realidad, temo que tengáis el politeísmo menor.” La gente le preguntó: ¿Qué es el politeísmo menor? Y él (PBD) respondió: “Es la ostentación”.
Según las narraciones islámicas, si una obra buena se realiza por ostentación, y con la intención de gustar o ser visto por la gente, esta obra no será aceptada.
El Orgullo
Si una persona se enorgullece por las obras buenas que realiza considerándose libre de cualquier falta, ha tenido un mal carácter que puede arruinar su futuro espiritual. Se ha narrado del Imam Alí (P) que dijo: “La persona que tiene orgullo, será aniquilada”.
El orgullo es uno de los principales factores que amenazan las buenas obras del hombre. El ayuno como una de las grandes prácticas de adoración, puede ser influido por esta característica; ya que algunas personas, al realizar el ayuno y soportar algunas dificultades, exigen mucha recompensa a Dios y creen que Dios les debe aquella recompensa. Tal pensamiento, no sólo arruina las recompensas del ayuno, sino que también puede traer castigos para el hombre.
Cometer pecados y seguir las tentaciones satánicas
El hombre puede perder la recompensa de su ayuno por cometer pecados y seguir las tentaciones satánicas. Si la persona quiere ayunar por la complacencia de Dios, debe cuidarse de todos los actos que realizan sus órganos y debe tener cuidado con los pecados para que no arruinen las recompensas de su ayuno. Según las narraciones islámicas, hay muchos ayunantes que no obtienen de su ayuno más que sed y hambre. En un hadiz, se ha narrado del Imam Sadiq (P) que recomendó: “Cuando decidas realizar el ayuno, debes tener la intención de abstenerte de obedecer las tentaciones, decir malas palabras, pelear con los demás, hacer juramentos falsos, y decir o escuchar palabras vanas; ya que todos estos actos reducen la recompensa del ayuno y le impiden que sea aceptado ante Dios.”
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