El mensaje de la religión divina para la humanidad

En alguna editorial anterior hemos hablado de la ignorancia antigua y la moderna. Con cada día que pasa, la realidad de lo mencionado se hace más profunda y clara. El generoso Corán se refiere a ello. El Corán denomina a la época de ignorancia en Arabia como la “primera ignorancia”, la misma que fue eliminada por el advenimiento del Islam y el esfuerzo del Profeta (la paz sea con él y su descendencia) y reemplazada por el conocimiento, la sabiduría, la fe, la humanidad y la moralidad entre seres humanos. Algunas aleyas de Corán advierten a la humanidad que si no siguen las órdenes de la religión divina, nuevamente caerán en la nueva ignorancia y esta será aún más compleja, problemática y oscura. El último enviado de Dios apareció luego de otros profetas para erradicar los dolores y penas de la humanidad, dichas penas que continuaron existiendo, en diferentes grados y formas, a lo largo de la historia y en la actualidad, aún siguen existiendo pero de otro modo.

Es por eso que así como hace más de mil cuatrocientos años hemos necesitado el mensaje divino para lidiar con la ignorancia, esta necesidad, hoy, es aún mayor. ¿Cuáles son las penas y dolores de la humanidad en la actualidad? Adorar lo que no es Dios, la opresión organizada y la injusticia, la distancia entre las clases de la sociedad, la congoja de los desamparados y la tiranía de los opresores… Es decir, las penas históricas de la humanidad. Esta es una carga que pesa sobre los hombros de la gente, y que fueron impuestas por la corrupción de los poderosos y déspotas de la historia. La misión del Profeta fue eliminar estas penas, es decir, hacer que la humanidad retorne a su esencia divina y pura. Esto se debe a que las vilezas de las que hablamos no se originan en la naturaleza inicial del ser humano. Éste, por naturaleza, es partidario de la verdad, la justicia y los oprimidos.

Esto es lo natural en el ser humano y no lo contrario. Los profetas han venido para invitar a la gente a cumplir su pacto innato con Dios, han venido para recordar a la gente los compromisos y promesas que han olvidado de cumplir y recordarles las mercedes que han olvidado agradecerle a Dios. La merced de su existencia, la merced de la salud, la merced de su intelecto. Han venido para completar la prueba a la gente, para hacerles llegar la verdad y que logren distinguirla de la falsedad. Los enemigos de los profetas aprovechan la ignorancia y los velos que se interponen entre la gente y la realidad, los velos de la hipocresía y el engaño. Mientras que los profetas vienen a acabar con esos velos y a ayudar a la gente a beneficiarse de su intelecto. También tienen la obligación de invitarla a pensar y reflexionar. Estos son objetivos muy elevados, ¡cuánta falta hacen hoy en día! El frente opuesto a la misión de los profetas es el frente de la ignorancia.

No se debe considerar a esa un asunto histórico perteneciente a un tramo pasado de la historia. Cuando hablamos de ignorancia, no nos referimos a la falta de conocimiento, ni a la falta de ciencia, sino que nos referimos a la falta de razón e intelecto, puesto que el conocimiento y la ignorancia no son antónimos y muchas veces se reúnen en una misma persona. Lo mismo sucede con la ciencia, muchas veces ésta queda al servicio de la ignorancia. Hemos sido testigos de ello a lo largo de la historia. Cuando la pasión y la ira dominaron la conducta de los seres humanos es que surgieron dos guerras mundiales que aniquilaron la vida de millones de seres humanos. La vida humana fue insignificante y el respeto y dignidad humano desaparecieron. Estos dos frentes mencionados -el dominio de la pasión e ira y la soberanía del intelecto humano guiado por profetas- se puede observar en todos los niveles: individual, social e internacional. El colonialismo, el desprecio de las naciones, el saqueo de los recursos de los pueblos del mundo, la corrupción de los recursos humanos de los pueblos,

“Dios ha prometido designar herederos y representantes Suyos en la Tierra a quienes de entre vosotros sean creyentes y realicen buenas acciones, igual que designó herederos y representantes Suyos a quienes vinieron antes que ellos. Que hará que fructifiquen y se consoliden las creencias que Él ha hecho satisfactorias para ellos y que transformará el miedo que han pasado en seguridad, Me adorarán sin asociar en su adoración nada junto a Mí. Y quienes sean incrédulos tras eso serán los transgresores”.
(Sagrado Corán, 24:55)

“Nosotros quisimos agraciar a quienes habían sido desfavorecidos en la Tierra y les haremos dirigentes y los haremos los herederos”.
(Sagrado Corán, 28:5)