un individuo de entre los más viles de la sociedad profirió maldiciones e insultos al Imam (a.s.) sin motivo alguno, y el Imam le respondió con benevolencia: “¡Oh joven! Tenemos por delante una cuesta empinada; si es que llego a atravesarla entonces ya no me importará lo que dices, y si quedo desconcertado en la misma entonces seré peor de lo -
Entre las muestras de la tolerancia del Imam Sayyad(p) está lo siguiente:
un individuo de entre los más viles de la sociedad profirió maldiciones e insultos al Imam (a.s.) sin motivo alguno, y el Imam le respondió con benevolencia: “¡Oh joven! Tenemos por delante una cuesta empinada; si es que llego a atravesarla entonces ya no me importará lo que dices, y si quedo desconcertado en la misma entonces seré peor de lo que dices”.
De esta manera, el Imam no se molestó por la grosería de esa persona carente de moral y educación.
Otra muestra de su gran tolerancia es que cierta vez salió de la mezquita y una persona se apresuró a insultarle. Los presentes quisieron escarmentarle pero el Imam (a.s.) se los impidió y se dirigió hacia el hombre, y con una sonrisa rebosante le dijo: “Lo que Dios ha cubierto de ti es mayor. ¿Acaso necesitas algo para que te ayudemos?”.
El hombre se avergonzó y deseó que lo tragase la tierra. El Imam se compadeció de él y le colocó la túnica negra que traía puesta y además ordenó que se le dieran mil dírhams. Tras esto el hombre se encaminó, y cada vez que veía al Imam (a.s.) le honraba y enaltecía diciendo: “Ciertamente que eres de los hijos de los profetas”.[1],[2]
[1] . Al-Bidâiah wa an-Nihâiah, t.9, p.105.
[2] . Las Virtudes Morales del Profeta del Islam y de la Gente de su Casa
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