El tiempo de la oración

Es preferible realizar la oración al principio de su tiempo, y se ha aconsejado mucho con relación a ello, y cuanto más cerca del principio de su tiempo se la realice es mejor, a menos que por alguna razón sea mejor retrasarla, como por ejemplo, que esperemos para realizar la oración en congregación.
Naturalmente, si es que el tiempo para realizar la oración es amplio y ha recaído sobre nosotros otro deber obligatorio que debemos realizar de inmediato, es obligación retrasar la oración para abocarnos a dicha tarea, como por ejemplo pagar una deuda, purificar la mezquita, aprender las cuestiones relacionadas a la oración, etc.
Ya cerca del momento del adhân (o llamado a la oración) de la mañana, una blancura se mueve en forma ascendente desde el lado este del horizonte, la cual es llamada primera alborada; cuando esa blancura se expande, es llamada segunda alborada o alborada verdadera, la cual marca el principio del tiempo de la oración de la mañana.
Por supuesto, a veces es posible que a causa de las nubes, el polvo o por la gran cantidad de luces en las ciudades, no sea posible divisar la alborada verdadera.
Con la salida del sol culmina el tiempo en el que se puede realizar la oración de la mañana con intención de adâ’, o sea, realizada en su debido tiempo.
Por supuesto, el propósito de salida del sol, es la salida de la primera porción del sol en el horizonte de nuestra región, aún cuando a causa de un obstáculo como montañas o nubes, no sea posible ver la salida del sol.
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Referencia: Leyes Prácticas del Islam.