No importa qué política o curso de acción siga el hombre en su vida, de hecho él no busca nada más que su felicidad y prosperidad. El reconocimiento de la felicidad de algo es de menor importancia con respecto al reconocimiento de la cosa misma; es decir, a menos que nos conozcamos a nosotros mismos, no conoceremos nuestras necesidades reales cuya satisfacción nos proporciona felicidad. Por lo tanto, el deber más esencial del hombre es conocerse a sí mismo para percibir su felicidad y prosperidad y esforzarse por satisfacer sus necesidades por los medios que están a su disposición. No debe desperdiciar su valiosa vida que es su único tesoro.
El Santo Profeta (P) afirma: "quien se conoce a sí mismo conoce a su Allah".
Y Amir al-Mu'minin, Ali (P), afirma: "quien se conoce a sí mismo, alcanza la posición más alta de conocimiento".
Después de conocerse a sí mismo, el hombre se da cuenta de que su mayor deber es valorar mucho la esencia de su humanidad y no pisotear tan valioso tesoro. También descubre que debe esforzarse por su salud física y mental para alcanzar una vida eterna próspera y deliciosa.
Amir al-Mu'minin, 'Ali (P) afirma: "Los deseos carnales serán bajos e insignificantes para quien se respete a sí mismo".
La entidad del hombre se compone de dos cosas: el yo o personalidad y el cuerpo. Es responsabilidad del hombre tratar de mantener estas dos partes esenciales, es decir, el yo o alma y el cuerpo sanos y estables. Tiene el deber de esforzarse por la salud de su alma y cuerpo de acuerdo con las órdenes adecuadas y precisas dadas a ambos por la santa religión del Islam.
Salud física
Abstenerse de cosas dañinas: A través de una serie de reglas y regulaciones, la sagrada religión del Islam ha salvaguardado adecuadamente la salud física, como prohibir a las personas comer cadáveres, sangre, carne de algunos animales y alimentos venenosos; prohibirles el consumo de bebidas alcohólicas y agua contaminada; comer demasiado; causar daño al cuerpo; y otras directivas que están más allá del alcance de este capítulo.
Referencias:
Enseñanzas breves del Islam - Allame Tabatabai
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