Disfrutar la vida de este mundo es el comienzo de una buena adoración.

 La oración construye los asuntos mundanos de una persona también.
 Una persona de mal humor no irá a Dios.
La oración no es solo para construir nuestra vida en el Más Allá. También es para construir y reparar los asuntos mundanos de una persona. Es incorrecto si decimos que el resultado de la oración solo puede verse en el Más Allá.
 Si se supone que una persona está adorando para el Más Allá, ¿debe primero ser una persona normal y equilibrada para que pueda adorar y ser un sirviente? Si una persona quiere adorar bien y alcanzar a Dios, primero tiene que vivir bien. Si una persona quiere vivir adecuadamente, primero tiene que orar. Ora para que con todos los sufrimientos en el mundo, disfrutes tu vida y te sientas satisfecho. Entonces, te harás amigo de Dios que te ha regalado esta vida hermosa y pura.
 Mientras una persona no disfrute de su vida, no se hará amigo de Dios. Una persona malhumorada y de mal humor no irá a Dios. Este tipo de persona siempre está enredado consigo mismo y con los demás. Una persona primero debe vivir correctamente. Para que él viva correctamente, primero tiene que orar correctamente.

 [Continuará ...]