Lecciones del invierno para la vida
El invierno representa la verdad inolvidable de la muerte en la vida mundanal.
Cada una de las estaciones del año tiene su propia belleza y encanto, solo hace falta parar y reflexionar unos momentos en la belleza y los diseños inigualables del noble creador en las estaciones del año.
Una de las estaciones encantadores de Dios es el invierno, la cual se conoce más por sus copos de nieves blancos y cristalizados y su frio duro. Una estación por la cual siendo bella lleva consigo un silencio significante. El invierno es una sección llena de sentido de la naturaleza. Aquella naturaleza por la cual después de haber pasado apenas unos meses ya pierda su frescura y crecimiento.
El invierno y lecciones para la vida
El invierno es la presentación de una verdad olvidada
Una de las enseñanzas que el invierno siempre ha mostrado a los creyentes es el recuerdo de la vida.
La veradad hermosa e indiscutible que el creador cada año en forma de una estación se la muestra cada año en forma de una estación al ser humano para que sepa, conozca este asunto explicito e innegable de esta vida humana y emplee su esfuerzo para la vida eterna.
La frescura de la vida no es perenne
Entre otras lecciones del invierno se puede mencionar es el mensaje de la precariedad y la temporalidad de la vida. La naturaleza por la cual hace ya unos meses era verde y llena y constantemente diversos especies de plantas y árboles se estaban creciendo de repente se encuentra con una caída mortal y pesada. Este suceso lleva también un mensaje de educación de que la primavera de la vida mundanal y sus ventajas llamativas es efímero y pasajero. En poco tiempo la primavera de nuestra vida llega su fin y se ahoga todo el mundo en un silencio significante, eso nos enseña que las personas que estaban sumidos en las bellezas de la primavera y el verano, no deben olvidar la cercana muerte que viene acabando con todos estos lindos paisajes de la naturaleza
El cambio de estación da otra lección para las personas que la muerte es el final de la vida, de tal manera que la llegada del invierno no acaba con la belleza de la primavera para siempre la muerte tampoco es el final de la vida humana, el invierno es una corta parada para el inicio de la primavera y la vida mundanal es un inicio para llegar a la vida eterna y la muerte es un puente entre estas dos, ya que Dios resucita los muertos para experimentar una nueva vida.
El punto final que merece destacar es los creyentes y los siervos más conscientes de Dios prestan mucha atención al invierno, para ellos las noches largas y los días cortos del invierno son como una oportunidad dorada para aprovechar de esta vida para para la otra.
En las fuentes islámicas el invierno también es considerado una oportunidad dorada, el Imam Sadiq (P) dice: El invierno es la primavera del creyente, sus largas noches son de ayuda para adorar a Dios y sus cortos días es de ayuda para ayunar.
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