Cuando llega la muerte…

Vie, 05/05/2017 - 07:52

 Lo importante sobre las características del alma humana es que todo ser saboreará la muerte,[1] y esto no solo significa que el alma morirá sino también significa que el ser humano dotado de un alma, lo cual o bien cree en Allah, o bien niega Su existencia, este alma o bien ama o bien odia, o bien ocupa un rango sublimo. El alma podrá tener el carácter de olvidar, obediente, desobediente, creyente, ingrato…es el alma que no muere, sin embargo, es el que cuyo destinación o bien entrar el Paraíso donde hay favores interminables o bien al Fuego donde la tortura es eterna. Es el ego del ser humano.

 

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 Lo importante sobre las características del alma humana es que todo ser saboreará la muerte,[1] y esto no solo significa que el alma morirá sino también significa que el ser humano dotado de un alma, lo cual o bien cree en Allah, o bien niega Su existencia, este alma o bien ama o bien odia, o bien ocupa un rango sublimo. El alma podrá tener el carácter de olvidar, obediente, desobediente, creyente, ingrato…es el alma que no muere, sin embargo, es el que cuyo destinación o bien entrar el Paraíso donde hay favores interminables o bien al Fuego donde la tortura es eterna. Es el ego del ser humano.
Pero, ¿Qué sucede y que dice el hombre en este momento?
dice el sagrado Corán: Cuando a alguno de ellos le llega la muerte, dice: «¡Señor mío! ¡Hazme regresar  para que pueda actuar rectamente en aquello que dejé descuidado!» ¡Pero no! Eso no son más que palabras que ellos dicen.[2]
El Imam ‘Alí (P) en algunos sermones del Nahyul Balagha realiza amplias explicaciones sobre este asunto: “Cuando llega la muerte, el ser humano repentinamente se despierta de ese sueño de negligencia y recapacita en qué gastó su vida y cómo pasó su tiempo. Recuerda los bienes que juntó, ante los cuales cerró sus ojos al momento de reunirlos sin distinguir entre lo permitido, lo prohibido y lo dudoso, y ahora ha llegado el momento de separarse de ellos y de dejarlos en manos de sus herederos…”.[3]
Entonces, Todos debemos pedir a Dios:
“¡Dios mío! ¡Otórganos ojos que vean las lecciones, oídos que escuchen y corazón conciente! Para que antes de que termine nuestro tiempo reunamos los suministros y provisiones necesarios de la morada momentánea del mundo, y con corazón tranquilo y alma llena de paz volemos hacia el mundo eterno, y en las cercanías de Tu Clemencia nos encontremos junto con los buenos y puros, que son los mejores amigos y compañeros”.[4]
[1] . El Corán3:185
[2] . El Corán 23:99
[3] . Nahyul BalaghaSermón ١٠٩
[4] . Nahyul Balagha exégesis tomo I1, pag 338

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