La Súplica
¡Dios nuestro, perdónanos, a nosotros y a nuestros hermanos, aquellos que nos precedieron en la fe, y no pongas en nuestros corazones rencor contra los creye
¡Señor nuestro! Haz de nosotros gente sometida a Ti y de nuestra descendencia una nación a Ti sometida y muéstranos los ritos de la adoración y perdónanos.
Aquellos que suponen que las súplicas provocan un efecto de debilidad, no han entendido el significado de las mismas, ya que “suplicar” no significa que olvi
Las súplicas encienden la lámpara de la esperanza en el ser humano.La gente que olvida las súplicas y los ruegos se enfrentará con reacciones psíquicas y soc
¡Dios mío! ¿Cuándo estuviste oculto para necesitar de una prueba que guíe hacia Ti?
¡Oh, Dios ! No tengo capacidad para soportar las dificultades ni tengo paciencia ante las calamidades, y carezco de fuerza para resistir la pobreza.
A veces las personas nos sentimos decepcionados, angustiados ante la vida. Algunos terminan recurriendo a sicólogos o a gurús varios con los que intentan aplacar o solucionar esa angustia sin realmente conseguir más que, si acaso, terminar dependiendo de esa persona. Sin embargo los musulmanes tenemos una llave, la llave de todos los tesoros, la llave que nos permite contactar directamente con nuestro creador y exponerle nuestras inquietudes, a sabiendas que terminaremos obteniendo la mejor de las respuestas. Esta llave es la llave de la súplica, del du’a.