En este período, la directora de las mujeres de los mundos asumió el liderazgo de las mujeres musulmanas. Ella les enseñó el Sagrado Corán y dio conferencias sobre los principios y valores del Islam. Ella llevó a las mujeres hacia la nobleza del carácter y los altos ideales, y les enseñó las reglas del Islam y los deberes de la mujer hacia su esposo, hijos y familia.
Fátima (a.s.) vivió durante ese período en veneración y glorificación bajo el cuidado y la misericordia de su padre (a.s.), además del gran respeto y consideración que obtuvo de las mujeres musulmanas y de los compañeros del Profeta Cuando el Profeta (a.s.) se fue a lo mejor mundo,
Fátima (a.s.) sufrió severas angustias y desgracias.
Recibió aversión y crueldad de algunos de los compañeros de su padre. Negaron su alta posición e importancia para su padre. Ella dijo en alguna poesía, o algún poeta dijo describiéndola, Se derramaron sobre mí desastres que si se derramaban en días se convertirían en noches.
¿Cuáles fueron esos desastres que cambiaron los días felices de Fátima (a.s.) en noches oscuras?! ¿Cuáles fueron esos dolores que la hicieron disgustar la vida y desear ansiosamente unirse a su padre? La amada hija del mensajero de Allah (a.s.) vivió un corto período después de la muerte de su padre rodeada de oleadas de angustias y sufrimientos, y luego se unió a su padre en el mundo mejor mientras estaba en la flor de la juventud, pero los desastres no se limitaron a Fátima az-Zahra', la hija del mensajero de Allah. sola, sino que también afligieron a sus hijos después de ella. Su hijo mayor, el Imam al-Hasan (a.s.), recibió de Mo'awiya diferentes calamidades y dolores hasta que, finalmente, fue envenenado hasta la muerte por él.
Su segundo hijo, el Imam al-Husayn (a.s.), fue afligido por desastres que la montaña temblaría antes.
El gran ejército de criminales que Yazid bin Mo'awiya, el malvado califa omeya, envió para luchar contra el Imam al-Husayn (a.s.) rodeó al imán, su familia y compañeros en el desierto de Kerbala, y les impidió el agua hasta que las mujeres y los los niños estaban a punto de morir de sed. El ejército rencoroso de Yazid mató a la mejor elección de la descendencia del mensajero de Allah, y al mejor de sus compañeros. Entonces las espadas llegaron al Imam al-Husayn (a.s.) para despedazarlo y mutilar su sagrado cuerpo.
Enterraron los cadáveres de sus muertos, pero dejaron los cadáveres puros del Imam al-Husayn (a.s.) y su familia y seguidores en el desierto. Más tarde, algunos hombres de bani [2] Asad enterraron a estos mártires para convertirlos en postes de luz para los musulmanes que los circunvalaban y
Todavía lo hacen cuando circunvalan la Kaaba, porque se han convertido en símbolos de justicia, dignidad y todos los valores de los que los musulmanes se enorgullecen.
En cuanto a la única hija de Fátima, Zaynab, también enfrentó sucesivas calamidades. Vio ante sus ojos los asesinatos de sus hermanos y de todos los miembros de su familia. Ella vio el feroz ataque de los malvados criminales hacia ella y las hijas de la profecía mientras sostenían antorchas encendidas y gritaban: "Quemad las casas de los injustos".
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