Transformando la pasividad y la sumisión del pueblo
Una transformación fue cambiar la pasividad y la sumisión de la nación. En mi juventud, durante el tiempo en que el movimiento comenzó a tomar forma, la nación iraní era una nación que no estaba preocupada por sus problemas fundamentales. Se habían dado por vencidos y eran pasivos. No tenían una opinión sobre su vida personal. No hubo rastro de dinamismo, presencia activa e insistencia, en temas grandes e importantes, en el comportamiento y conducta de nuestro pueblo. Sin embargo, Imam despertó estas cualidades en la gente. Convirtió a la misma nación sumisa y pasiva en una nación decidida que perseguía sus demandas. Sus discursos inspiradores, conmovedores y estimulantes conmovieron al pueblo de tal manera que lo convirtieron en un pueblo con exigencias. Un ejemplo de esta persecución de demandas son los hechos del año 1341 - cuando se inicia el movimiento islámico - tiempo durante el cual, el pueblo realizó manifestaciones masivas en diferentes ciudades que terminaron en los hechos del 15 de Khordad. El 15 de Khordad, a pesar de una masacre a gran escala, el régimen no pudo extinguir el movimiento. Y el pueblo siguió sublevándose hasta el final. Esa fue una transformación asombrosa que había sido planeada por Imam.
Cambiar la perspectiva de las personas y darles un sentido de dignidad y confianza nacional.
Otra transformación fue cambiar la perspectiva de las personas hacia sí mismas y su sociedad. La nación iraní solía tener un sentimiento de humillación. Que uno pueda vencer la voluntad de poderes y superpoderes nunca se le hubiera pasado por la cabeza a nadie. Esto no era particular a la voluntad de los poderes globales. El pueblo no podía imaginar, de ninguna manera, que pudiera vencer la voluntad de los poderes internos y aun la voluntad de tal o cual policía o agente de seguridad. No podían pensar en vencer a aquellos que tenían caprichos amargos y peligrosos. Por lo tanto, tenían un sentimiento de humillación e incapacidad.
Imam convirtió eso en un sentido de dignidad y confianza nacional. Liberó al pueblo de la idea de considerar la dictadura como un fenómeno natural. En ese momento, la gente tenía esa noción. En aquellos días, solíamos pensar que la voluntad del gobernante en la cima está por encima de la voluntad de todos los demás. Solíamos considerarlo un hecho natural y normal. Convirtió al pueblo en individuos capaces de determinar su propio gobierno. El lema del pueblo durante las actividades revolucionarias fue sistema islámico, gobierno islámico, república islámica. La gente determinaba lo que quería y tenía demandas. Posteriormente, eligieron a los responsables a través de varias elecciones. En otras palabras, el sentimiento de humillación que existía en el pueblo se transformó en un sentido de dignidad y confianza nacional.
Imam Jomeini fue el Imam de la transformación
un parte del texto completo de un discurso televisado pronunciado el 3 de junio de 2020 por el Ayatollá Jamenei,
el líder supremo de la Revolución Islámica, en el 31 aniversario de la muerte del Imam Jomeini (r.a).
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