En la primera parte del artículo explicamos que uno de los asuntos filosóficos e ideológicos más complicados es el asunto de la "Sabiduría de Dios respecto a las criaturas antes de crearlas". Por una parte sabemos que Dios está enterado de lo que sucederá en el futuro, asunto mencionado repetidas veces en las aleyas coránicas y aludido con anterioridad.Por otra parte la Sabiduría de Dios, semánticamente no es "conocimiento adquirido". No refleja diseño o semblante mental de las cosas en Su Esencia, ya que Él no dispone de mente como las criaturas, y Su Sabiduría no es obtenida a través del reflejo del semblante de las criaturas, sino que Su Sabiduría es un "conocimiento representativo”.
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En la primera parte del artículo explicamos que uno de los asuntos filosóficos e ideológicos más complicados es el asunto de la "Sabiduría de Dios respecto a las criaturas antes de crearlas". Por una parte sabemos que Dios está enterado de lo que sucederá en el futuro, asunto mencionado repetidas veces en las aleyas coránicas y aludido con anterioridad.
Por otra parte la Sabiduría de Dios, semánticamente no es "conocimiento adquirido". No refleja diseño o semblante mental de las cosas en Su Esencia, ya que Él no dispone de mente como las criaturas, y Su Sabiduría no es obtenida a través del reflejo del semblante de las criaturas, sino que Su Sabiduría es un "conocimiento representativo”.
Otro camino que se utiliza para responder a esta pregunta es que podemos imaginar el
conocimiento que teníamos ayer, tenemos hoy y tendremos mañana, ya que nosotros somos criaturas limitadas. Pero respecto a Dios, que Su Esencia es ilimitado, no tiene significado en Él el ayer, hoy ni mañana, sino que todos los objetos y apariciones se encuentran ante Él presentes en su lugar propio, con todas sus características y particularidades.
Estas palabras delicadas y exactas pueden evidenciarse con un ejemplo:
Supongan que alguien se encuentra encarcelado en una habitación pequeña, y sólo cuenta con una pequeña abertura hacia el exterior. Mientras que una caravana de camellos pasa junto a esta abertura. La persona que se encuentra dentro de esta habitación primero observa pasar la cabeza, luego el cuello, las jorobas, las patas y finalmente la cola del camello. Así también ve pasar a los demás camellos que componen esta caravana.
La pequeñez de la abertura para observar, provoca que imagine para sí mismo el pasado y el futuro. Pero para alguien que se encuentra fuera de esta habitación y está parado sobre la
azotea, al aire libre y puede observar todo el desierto, ve en diferente forma el asunto. El puede ver toda la caravana de camellos que se encuentra en movimiento.[1]
[1] . Nahyul Balagha exégesis tomo I1, pag 31
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