Las fuerzas vinculadas al proceso alimenticio y digestivo

El Imam (P) empieza así:
Oh Mufaddal, Debes saber que para la alimentación, existen cuatro fuerzas en el ser humano: la fuerza de atracción que lo impulsa a buscar y tomar la comida; la fuerza de retención que conserva la comida una vez que ésta ingresó en el estómago, para que éste realice su obra en forma natural sobre ella; la fuerza digestiva, que cocina (digiriendo la comida), extrayendo su pureza para dispersarla por el cuerpo; y la fuerza centrífuga, que aparta el excremento y lo que está de más luego de que la digestión ha tomado lo que necesitaba. Medita, pues, en la forma en que estas cuatro fuerzas se han establecido y determinado en el cuerpo, así como en sus funciones y en la necesidad del cuerpo de ellas, considerando la Sabiduría y Administración que hay en ellas.

Pues si la fuerza de atracción no existiese, ¿cómo se movería el hombre buscando el alimento en el cual está el mantenimiento del cuerpo? Y si no existiera la fuerza de retención, ¿cómo permanecería la comida dentro del estómago para que éste pudiera realizar la digestión? Y si no existiese la fuerza digestiva, ¿cómo se cocinaría la comida, separándose su pureza, que es el alimento del cuerpo y lo que cubre sus necesidades? Y si no existiera la fuerza centrífuga que aparta el excremento, ¿cómo saldría éste paulatinamente, alejándose de la digestión? ¿Acaso no ves que Dios, a través de Su sutil Obra y su bello Decreto, Ha colocado estas fuerzas para el cuerpo, observando y concretando los intereses de éste?.

Para explicarte mejor esto, voy a darte un ejemplo: el cuerpo es como la casa de un rey que tiene sirvientes, mayordomos y guardianes. Algunos de ellos son para cubrir las necesidades de la gente de la casa, trayéndoles lo que necesitan; otros toman lo que se ha traído y lo guardan para prepararlo en el momento oportuno; otros preparan y sirven esto distribuyéndolo (entre la gente), y otros se encargan de lavar y limpiar la casa de toda la suciedad, sacándola de ella. El rey es el Creador Sabio y Soberano del Universo; la casa es el cuerpo; sus habitantes son las distintas partes del cuerpo y los sirvientes son estas cuatro fuerzas. Quizás ves que lo que hemos descrito sobre los estados y funciones de estas cuatro fuerzas no coincide con lo que los médicos describen en sus libros.
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Esto se debe a que ellos escriben de la manera en que se aplica en la medicina, con el fin de apartar las enfermedades del cuerpo, mientras que nosotros hemos hablado de una forma tal que rechaza las enfermedades de la duda, la ambigüedad, el desvío y la rebeldía de las almas de las criaturas, por el interés de la religión como he explicado claramente con el ejemplo en el cual se evidencia la administración y sabiduría. (Es decir, no hemos usado términos científicos ni descrito todo en detalle, sino que hemos mencionado lo necesario para el alma y la religión de la gente).

Referencia:
Tauhid Muddafal, Una exposición sobre Dios