Después de un largo asedio a Medina y el descubrimiento de la rendición de la gente de la ciudad, Saud puso condiciones para que no atacaran a la gente de Medina si aceptaban. Esas condiciones eran:
1. La adoración al Dios Todopoderoso debe realizarse de acuerdo con las reglas y creencias del wahabismo.
2. El respeto por el Santo Profeta (pbuh) debe observarse de acuerdo con los criterios establecidos por el líder Wahhabi;
3. La cúpula y el patio de todas las tumbas y santuarios que existen en Medina o en sus áreas deben ser destruidos; Es decir, se les han quitado los techos y paredes, todos ellos sin adoratorio y caja, planos y en forma de pez;
4. Todos deben abandonar la religión de sus antepasados y convertirse a la religión del wahabismo, y después de eso, seguir las reglas de la religión según la religión del wahabismo;
5. Todos deben creer que Muhammad ibn Abd al-Wahhab fue inspirado por Dios, el Misericordioso, y que su religión es la religión verdadera, y que debe ser considerado un re-religioso y un renovador de la religión;
6. Quienes muestren firmeza en la religión de sus antepasados y no acepten la religión del wahabismo, deben ser avergonzados y humillados expresando ira e ira y cometiendo opresión;
7. Los eruditos que se niegan a aceptar el wahabismo deben ser asesinados o su escondite informado a los gobernantes wahabíes;
8. Que los wahabíes, que serán designados para proteger la valla de Medina, entren en la valla;
9. Cualquier orden o prohibición dictada por los wahabíes sobre cuestiones religiosas o políticas, por dura y poderosa que sea, debe aceptarse de todo corazón y llevarse a cabo cara a cara, y esforzarse por tener el máximo respeto por los gobernantes wahabíes.
Después de aceptar estas condiciones por parte del pueblo, Saud dejó en manos del pueblo la destrucción de la cúpula y la tumba, y ellos aceptaron e implementaron parte de ella debido al severo asedio económico y varias opresiones que habían sufrido.
Ayub Sabri Pasha, el texto de la carta del pueblo de Medina, cita a Saud bin Abdul Aziz, que se cita en parte:
"... Nos habías ordenado demoler las cúpulas y los patios sobre las tumbas sagradas. También lo hicimos siguiendo un famoso hadiz. "Cualquier orden emitida por usted, a pesar de las exigencias de esto y aquello, es válida para nosotros..."
"Esta carta llegó a Saud ibn Abdul Aziz. Sin embargo, no aceptó a los representantes del pueblo de Medina y aumentó la intensidad de su persecución, y al momento de entrar en Medina, ordenó que los restos de las cúpulas y patios fueran completamente destruidos.
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