La conclusión moral derivada de la política de los líderes religiosos
En resumen, se hace evidente a partir de la historia de los profetas de Alá y los líderes religiosos que eran realistas y seguidores de la verdad y solían invitar al mundo humano hacia el realismo y la adhesión a la verdad. No se abstuvieron de ningún autosacrificio y autocomplacencia en este sentido.
En otras palabras, intentaron que tanto los individuos como la sociedad humana se criaran y desarrollaran como debe ser. También querían ver al pueblo adornado por una serie de pensamientos y creencias correctas sin que se rigiera por la ignorancia o una serie de pensamientos supersticiosos.
Querían ver a la gente acostumbrada a la disposición humana especial sin manchar la pureza humana con una disposición animal y sin pensar en nada más que devorarse unos a otros y llenarse el vientre como bestias y animales de pastoreo. Pretendían hacer que los hombres aplicaran el tesoro de la humanidad a sus vidas para lograr la prosperidad a favor de la humanidad.
Así, eran las personas que no buscaban sólo su propia prosperidad, sino que no reconocían otro deber por la causa de la prosperidad de la sociedad y del mundo de la humanidad.
Vieron su propio bienestar y prosperidad (el hombre no quiere otra cosa que esto) en ser benévolos con los demás y querían que los demás también lo fueran; es decir, querían que todos quisieran para todos lo que les gustaba para ellos mismos y no desear para los demás lo que no deseaban para ellos mismos.
Fue debido a este realismo y adhesión a la verdad que estos grandes hombres descubrieron el significado de este deber humano general (benevolencia) y otros deberes menores que son sus ramificaciones y fueron dotados con los epítetos de abnegación y sacrificio propio.
Por eso mismo, no dudaron en ofrecer sus vidas y bienes por la causa de la verdad. Cortaron la raíz de cualquier atributo que resultara en malevolencia. No tenían avaricia por la vida y las propiedades de los demás. Estaban disgustados con el egoísmo y la tacañería. No dijeron mentiras, ni calumniaron a otras personas. No transgredieron el honor y el prestigio de los demás.
La explicación de estos epítetos y su impacto debe ser estudiada con más detalle en el apartado de "Ética".
Añadir nuevo comentario