La decisión del emperador de Roma para la boda de sus dos nietos es el comienzo de esta historia; ¡pero la boda no tuvo lugar ese día! Este es el comienzo de la relación de Nargis con la sagrada familia de Imamate.
El dolor de Nargis por la ausencia del Imam Hasan `Askari y su pedido al emperador de Roma es otro punto de esta atractiva historia. Luego, narraremos la conversión secreta de Nargis al Islam que le dio la oportunidad de ver a su futuro esposo, quien no era otro que el Imam Hasan `Askari. Luego viene la ayuda y asistencia del Imam a la princesa Nargis para viajar a Irak, y esta es la sección final de este capítulo.
La fiesta de bodas
Nargis era la hija de Yeshoua el hijo de César. Por vía materna, tuvo una relación con Simón el Zelote, uno de los discípulos de Jesús, hijo de María.
Cuando Nargis tenía trece años, su abuelo, el emperador romano, decidió darla en matrimonio a uno de sus nietos, que era primo de Nargis.
Así, el emperador romano invitó a muchas personalidades de su nación para la ceremonia de la boda: más de trescientos sacerdotes y clérigos, algunos hombres ilustres de la descendencia de los doce Apóstoles de Jesús, hijo de María, novecientos hombres y mujeres de las familias aristocráticas , y finalmente sus comandantes militares de alto rango.
La extraña caída de las cruces
Los sirvientes del palacio llevaron una preciosa litera, que fue adornada con innumerables gemas hermosas ante el emperador de Roma. Instalaron muchas cruces alrededor de la preciosa litera para la ceremonia de matrimonio. Poco después de que el futuro novio llegara y se parara en la camilla, los arzobispos y obispos se levantaron de sus asientos para mostrarle respeto.
Todo estaba listo para que la ceremonia comenzara según la etiqueta de la corte. Por orden del emperador, los arzobispos abrieron sus Biblias para recitar los votos matrimoniales; ¡pero de repente, las cruces alrededor de la litera cayeron inesperadamente al suelo…! Los pedestales de la litera comenzaron a temblar y se movieron de sus lugares; ¡entonces, el novio asustado cayó al suelo frente a la gente asombrada...!
Cuando los arzobispos vieron ese extraño incidente, se asustaron profundamente y quedaron atónitos, porque la caída de las cruces al comienzo de la ceremonia de la boda fue un evento terrible y siniestro para todos los cristianos.
Los arzobispos se acercaron al emperador romano y dijeron respetuosamente: “¡Oh gran emperador! ¡Te lo suplicamos! ¡No llevemos a cabo esta ceremonia matrimonial condenada al fracaso! ¡Tal vez esta desafortunada boda demolería al gobierno cristiano, a la iglesia de Cristo y a sus sociedades sometidas en un futuro cercano…!”
otro esfuerzo
El emperador romano quedó asombrado por ese extraño evento, por lo que ordenó a sus sirvientes, diciendo: “¡Levanten la litera y coloquen las cruces en sus lugares alrededor de ella una vez más! ¡Entonces, trae al hermano de este desafortunado joven para que se convierta en el nuevo novio! ¡Tal vez esta vez, tendría suerte a diferencia de su desafortunado hermano…!”
Los sirvientes y los cortesanos hicieron exactamente lo que el emperador les había ordenado. Al cabo de un rato, el nuevo novio entró con cara de asombro y se paró obedientemente sobre la camilla y se preparó para la nueva ceremonia, pero cuando el grupo de los arzobispos llegó a sus lugares para comenzar una vez más la ceremonia, se repitió el mismo incidente. ¡justo como antes!
El emperador no sabía qué hacer ni qué pensar; finalmente renunció a su voluntad de casar a sus nietos y canceló la ceremonia con tristeza y frustración... Los invitados regresaron a sus casas en silencio, sin saber qué pensar... Al final de ese día, todos se preguntaban atónitos sobre la extraña acontecimientos de ese día. La joven princesa Nargis estaba tan asombrada como los demás...
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