Carácter y Virtudes
El Imam Musa Ibn Ya'far (as) fue uno de los ilustres Imames a quienes Dios había puesto como modelo de excelencia moral. Cada miembro de esta noble familia poseía virtudes cardinales. Naturalmente, en algunos individuos una virtud particular es dominante y más conspicua. El séptimo Imam se destacó en la tolerancia y el perdón, tanto que se le tituló al-Kazim, el supresor de la ira.
Nunca se le escuchó hablar con rudeza o dureza a nadie. Incluso en las situaciones más desagradables, se le veía sonriendo soportando el dolor con gracia. Esto estaba de acuerdo con el dicho de su antepasado Imam ‘Ali (as) de que el fiel mantiene su dolor confinado en su corazón con una sonrisa en su rostro.
Un funcionario estatal de Medina fue una fuente persistente de hostigamiento para el imán. Incluso usó un lenguaje abusivo con respecto al Imam ‘Ali. (as) Pero nuestro 7º Imam siempre ordenó a sus seguidores que no tomaran represalias de la misma manera abusiva.
Cuando sus modales se volvieron demasiado groseros para ser tolerados, los seguidores del Imam solicitaron el permiso del Imam para tomar represalias contra él. El Imam los apaciguó, prometiéndoles decidir el asunto a su manera.
Apaciguando a sus seguidores, el Imam fue a ver a ese hombre en su Granja y lo trató con tan noble benevolencia que el hombre se avergonzó de su conducta y posteriormente cambió su actitud y alteró su conducta. Al explicar su política a sus seguidores, el Imam preguntó: "¿Fue mi comportamiento mejor que los métodos que sugirieron?"
Admitieron que ciertamente lo era. Por lo tanto, llevó a cabo las instrucciones de su gran antepasado Imam ‘Ali (as) que se registra en Nahjul Balagha para someter al enemigo con benevolencia, ya que es más eficaz que tratar de derrotarlos con los mismos métodos. Sin duda esto requiere un juicio correcto de la naturaleza de su adversario. Por lo tanto, el Imam ‘Ali (as) ha advertido que no se use esta política con los viles y mezquinos, o se los animará a hacer más travesuras.
Para vencer al enemigo con bondad ciertamente se requiere la previsión que poseía el Imam. El rigor es permisible solo cuando la continua conducta vil del enemigo justifica la represalia o el uso de la fuerza. Si no, estos dignos Nufus preferían tratar con ese tipo de persona con delicadeza para tener un pretexto válido contra el oponente y no dejarle ningún motivo para justificar su agresión.
Este era el método noble que solían adoptar todos los miembros de Ahlul Bayt. El Imam ‘Ali (as), incluso en su lecho de muerte, se comportó generosamente con Ibn Muljim, quien le había asestado un golpe mortal el día anterior. El Imam Musa Ibn Ja'far (as) derramó su generosidad sobre muchos de sus parientes incluso cuando sabía que algunos de ellos le tenían envidia y conspiraron con el gobernante de la época, Harun al-Rashid.
En cuanto a lo que pudo haber llevado a su encarcelamiento final, encontramos que Al-Fakhri afirma que algunos de los familiares de Musa Ibn a'afar tenían envidia de él y llevaron informes falsos sobre él a Al-Rashid, diciendo: "La gente que le paga los Khums, o una quinta parte de la propiedad, está aceptando al Imamato y él está a punto de rebelarse contra ti".
Llevaron este informe a Al-Rashid con tanta frecuencia que lo puso ansioso y agitado. Le dio algo de dinero al acusador para que siguiera llevándole más información. Pero se relata por fuentes auténticas que este pariente del Imam no tuvo la oportunidad de gozar de esa recompensa por el espionaje, pues apenas llegó a Medina, enfermó gravemente y murió a causa de ella.
Fue en ese año que Al-Rashid hizo la peregrinación, y cuando llegó a Medina, arrestó al Imam Musa Ibn Ja'far, lo llevó a Bagdad y lo encarceló bajo el cuidado de al-Sindi ibn Shahik. (Al-Fakhri-Ibnul Tiktika)
Esto concuerda con el comentario de Majlisi en Bihar al Anwar de que “Harun se lo llevó de Medina diez días después del final del mes de Shawwal 177 Hijiri. Luego, Harun partió hacia La Meca y se llevó al Imam con él cuando regresó a Basora y lo hizo encarcelar con Issa. Aproximadamente un año después, lo sacaron de la prisión de Basran y lo llevaron a Bagdad.
Fue encarcelado allí bajo la atenta mirada de la persona más cruel llamada al-Sindi. Majlisi continúa diciendo que el Imam murió en su prisión y fue enterrado en el cementerio de Quraish en el lado sur de Bagdad.
Al-Fakhri agrega: “Al-Rashid estaba en Rakka y envió órdenes de que lo ejecutaran. Luego trajeron a Karkh a varios de los llamados hombres de buena reputación para que actuaran como médicos forenses y testificaran públicamente que el Imam murió de muerte natural.
El lugar donde fue enterrado era un cementerio de los Quraish. Pero pronto este lugar se convirtió en el centro de la peregrinación a la tumba del Imam. Un pueblo creció alrededor del patio de la tumba. El nombre de la ciudad se convirtió en Kazimiya, la ciudad del Imam Kazim (as). En esta ciudad se fundó una reputada escuela de teología que sigue siendo una fuente de aprendizaje para muchos estudiantes de todo el mundo.
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