115 años de crímenes incesantes contra Irán 4
Un golpe de 20 millones de dólares
Según Wilber, la CIA había asignado un presupuesto de 1.000.000 de dólares para este complot, que fue aprovechado al máximo para derrocar la democracia iraní desde la estación de la CIA en Teherán en la embajada de Estados Unidos. Estimaciones recientes calculan la cifra entre 10 y 20 millones de dólares. Las embajadas eran un activo importante para llevar a cabo un golpe. Mossadeq cerró la embajada británica ante la abrumadora evidencia de que Gran Bretaña está planeando un golpe de estado. Aún decididos a deshacer la nacionalización del petróleo de Irán, los británicos se acercaron a la administración estadounidense. El cierre de la embajada por parte de Mossadeq aplazó el golpe durante dos años hasta que los británicos llegaron a un acuerdo con el presidente Eisenhower sobre un golpe contra Mossadeq.
Después de un estudio exhaustivo sobre los principales actores de la situación, se demostró que Shah y un pronazi llamado general Zahedi eran buenos peones. La elección se hizo a pesar de que en ese momento los simpatizantes nazis estaban siendo perseguidos en todo el continente europeo, mientras que en Irán Estados Unidos y Gran Bretaña se esforzaban por llevar al poder a los pronazis. La importancia del general Zahedi a los ojos de la administración estadounidense estuvo marcada por una ayuda de 5.000.000 de dólares a su gobierno posterior al golpe y esta actitud fue de gran preocupación para el Sha, ya que le hizo sospechar de otro golpe estadounidense contra su propio trono.
M&Ms: medios, militares, dinero
Los activos que el SIS (MI6) reveló a la CIA para llevar a cabo el golpe consistían en ciertos agentes de las fuerzas armadas iraníes que estaban a favor de los británicos. Esta lista también incluía a parlamentarios iraníes, líderes religiosos, prensa, pandillas callejeras, políticos y otras figuras influyentes. Para que el golpe adquiriera una apariencia más legal, la CIA comenzó a explotar los medios disponibles para poner a la opinión pública iraní en contra de Mossadeq. En línea con la propaganda “gris”, el CIA Art Group comenzó a producir caricaturas contra Mossadeq.
A algunos editores se les pagó para difundir rumores contra Mossadeq.
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