Discurso 185
Parte 4
Mirad a una hormiga, qué pequeño es su cuerpo y qué delicados sus rasgos. Es una criatura tan pequeña que a menudo escapa a una mirada curiosa; poca gente se preocupa de darle alguna importancia entre las criaturas vivientes que se encuentran en esta tierra. Miradla y estudiad sus formas de vida, cómo se desplaza, cómo se precipita sobre su comida, cómo levanta un grano muchas veces más pesado que su cuerpo y lo transporta a su morada; cómo almacena los granos y como reúne y almacena alimentos en el verano y el invierno para los días de lluvias. El Señor Ha ordenado que la naturaleza le provea del alimento que necesita físicamente. Dios Misericordioso no Ha abandonado ni siquiera a una criatura tan pequeña y la naturaleza le provee y le cuida incluso si tiene una morada en lugares secos y pedregosos. Si estudiáis cuidadosamente su canal alimenticio, como los lugares por donde entra el alimento y los desechos que deja su cuerpo, el cartílago de sus costillas que protege su sistema circulatorio y respiratorio así como su estómago; su cabeza son ojos saltones y sus órganos del oído y sus conexiones del cerebro con el cuerpo, estaréis aturdidos, de las maravillas de la creación de este pequeño cuerpo y no encontraréis fácil describirlo y explicarlo.
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