" Juro por el cielo que regresa". (el sagrado Corán 86:11)
"[Él] que os hizo de la tierra un lecho [extendido] y del cielo un techo..." (Corán 2:22)
En el primer verso, Dios jura por el cielo[1] y su función de 'retornar' sin especificar qué 'retorna'. En la doctrina islámica, un juramento divino significa la magnitud de la importancia de una relación especial con el Creador, y manifiesta Su majestad y la Verdad suprema de una manera especial.
El segundo verso describe el Acto Divino que hizo del cielo un “techo” para los habitantes de la tierra.
Veamos qué tiene que decir la ciencia atmosférica moderna sobre el papel y la función del cielo.
La atmósfera es una palabra que denota todo el aire que rodea la tierra, desde el suelo hasta el borde desde donde comienza el espacio. La atmósfera se compone de varias capas, cada una definida por los diversos fenómenos que ocurren dentro de la capa.
La lluvia, por ejemplo, es "devuelta" a la Tierra por las nubes en la atmósfera. Al explicar el ciclo hidrológico, la Enciclopedia Británica escribe:
"El agua se evapora tanto de los ambientes acuáticos como terrestres a medida que es calentada por la energía del Sol. Las tasas de evaporación y precipitación dependen de la energía solar, al igual que los patrones de circulación de la humedad en el aire y las corrientes en el océano. La evaporación supera a la precipitación sobre los océanos, y este vapor de agua es transportado por el viento sobre la tierra, donde regresa a la tierra a través de la precipitación".
La atmósfera no solo devuelve a la superficie lo que estaba en la superficie, sino que también refleja hacia el espacio lo que podría dañar la flora y la fauna que sustenta la tierra, como el calor radiante excesivo. En la década de 1990, las colaboraciones entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Instituto de Ciencias Espaciales y Astronáuticas (ISAS) de Japón dieron como resultado la Iniciativa Científica Internacional de Física Solar-Terrestre (ISTP). Polar, Wind y Geotail son parte de esta iniciativa, combinando recursos y comunidades científicas para obtener investigaciones coordinadas y simultáneas del entorno espacial Sol-Tierra durante un período prolongado de tiempo. Tienen una excelente explicación de cómo la atmósfera devuelve el calor solar al espacio.
Además de "retornar" la lluvia, el calor y las ondas de radio, la atmósfera nos protege como un techo sobre nuestras cabezas al filtrar los rayos cósmicos mortales, la poderosa radiación ultravioleta (UV) del Sol e incluso los meteoritos en curso de colisión con la Tierra.
gnetosphere y permanecen abiertas durante horas. Esto permite que el viento solar fluya y provoque un clima espacial tormentoso. Afortunadamente, estas grietas no exponen la superficie de la Tierra al viento solar. Nuestra atmósfera nos protege, incluso cuando nuestro campo magnético no lo hace.
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