La otra prueba que distingue a los profetas de las personas dotadas de mentes brillantes que han desarrollado filosofías avanzadas son los milagros que engendraron, lo cual está lejos de la magia y el concepto conocido por la cultura popular. Un Milagro es en realidad algo más allá del alcance de las personas, las causas naturales y las leyes físicas con las que todos estamos familiarizados. Aunque más allá de la capacidad humana, los milagros son posibles y no contra la razón humana.
Cuando el milagro se vuelve claro, no puede haber duda ni en el mensaje ni en quien lo trajo.
los profetas
Después de aceptar la necesidad e importancia de la profecía a través del pensamiento racional, necesitamos testificar de la existencia y verdad de ciertos profetas a quienes Dios concedió milagros y cuyo advenimiento profetizaron los profetas anteriores.
Todos los profetas trajeron y enseñaron a la gente el mismo mensaje y doctrinas. Estas doctrinas fueron enviadas gradualmente a la humanidad en función de su capacidad y talento, hasta que la cadena de la profecía llegó a su fin con la llegada del último profeta, Muhammad (PBUH&HP). Él es nuestro profeta final, y ningún profeta nacerá después de él. La religión del Islam, así como todas las demás doctrinas religiosas, se completó y envió a la gente a través de su milagro, el Corán, por lo que no hay necesidad de otro mensajero de Dios.
La Finalidad de la Profecía (Khatm al-anbīyā)
Dios envió Su mensaje, el mismo mensaje, a la humanidad a través de diferentes profetas. Pero cuáles son las razones de esta renovación:
Una de las razones por las que Dios repite su mensaje enviando nuevos profetas es la distorsión de sus enseñanzas por parte de la gente de épocas anteriores. Las generaciones anteriores al Profeta Muhammad (PB) no eran lo suficientemente maduras y sabias para registrar y preservar su libro sagrado y sus lecciones religiosas.
Entonces, el mensaje normalmente sería cambiado, distorsionado o destruido por ellos. En consecuencia, el mensaje tuvo que ser renovado.
La segunda es la incapacidad del pueblo para recibir todo el mensaje completo enviado por Dios debido a su falta de madurez e intelectualidad; por lo tanto, había que guiarlos por el camino correcto, poco a poco y paso a paso.
La tercera y última razón es la necesidad de la humanidad de que la gente predique e interprete el mensaje de Dios. Las personas antes del Profeta Muhammad (PBUH&HP) no habían alcanzado el nivel apropiado de sabiduría, conciencia y civilización para ser capaces de hacer proselitismo, enseñar, predicar y, a veces, cambiar sus lecciones religiosas de acuerdo con sus necesidades y situaciones.
Sin embargo, con el desarrollo y crecimiento de la ciencia y la conciencia y madurez de las personas, esto podría ser posible para ellas. En consecuencia, una de las necesidades de la finalidad es la madurez social del ser humano en la medida en que sea capaz de proteger y conservar sus legados religiosos y científicos y de predicarlos y enseñarlos por sí mismo.
En conclusión, las religiones abrahámicas siempre han sido las mismas, desde el principio hasta el final de los tiempos y todos los profetas han tratado de alentar a las personas a aceptar la misma doctrina y religión. Sus funciones y responsabilidades principales eran recibir las revelaciones de Dios y enseñarlas e interpretarlas para la humanidad.
Sin embargo, la necesidad de estos roles fue finalizada por el Profeta Muhammad (la paz sea con él) por quien se envió toda la religión y la doctrina, ya que las personas tenían el talento, la capacidad y la madurez necesarios para aceptar y preservar el mensaje de Dios. Además, las personas se habían vuelto lo suficientemente sensibles y maduras para interpretar las enseñanzas del profeta por sí mismas.
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