¿Cómo hacer la ablución en el Islam? [1]

La persona debe purificarse para realizar algunos de los actos devocionales como la oración, o para tocar las letras del Sagrado Corán.
La purificación a veces se concreta por medio de realizar la ablución (udû), y en algunas ocasiones es necesario también realizar el baño completo (gusl), y en situaciones especiales la ablución seca (taiammum) es suficiente.
Para realizar la ablución en primer lugar debemos poner la intención, es decir, tener presente que realizamos la ablución para obtener la satisfacción de Dios y, por ejemplo, para realizar la oración.
Luego, lavar todo el rostro con agua que cumpla con las condiciones necesarias. Después lavar el brazo derecho y luego el izquierdo, y con el resto del agua de la ablución remanente en el cuerpo frotar una parte de la cabeza. Tras ello, frotar con la mano derecha sobre el pie derecho y con la mano izquierda sobre el pie izquierdo.
No es necesario que al echar el agua sobre los miembros de la ablución se lo haga con la mano, sino que se puede utilizar el grifo del agua directamente.
La ablución de las mujeres y los hombres no presenta ninguna diferencia en cuanto a las normas obligatorias.
La intención y el lavado del rostro
Para realizar la ablución primero ponemos la intención y es suficiente con que sepamos que estamos realizando la ablución para satisfacer a Dios y purificarnos, y no es necesario decir la intención verbalmente.
En la etapa del lavado del rostro, se debe lavar todo el rostro, desde arriba de la frente, esto es, desde el lugar que nace el cabello de la cabeza, hasta el final de la quijada, y se debe lavar el ancho del rostro también, en la medida de la distancia entre los dedos pulgar y medio de la mano abierta.
Para calcular el lugar necesario para lavar en las personas que han perdido el cabello de la cabeza, y/o aquellos cuyas manos son más pequeñas o más grandes que lo normal, se debe tener en cuenta la situación de las personas normales.
Otro punto es que quienes tienen una barba tan abundante que su piel no se ve, es suficiente con que laven la parte externa y no hace falta que hagan llegar el agua a la piel.
Asimismo, no es necesario lavar dentro del ojo y la nariz, sino que es suficiente con lavar la parte externa de la misma.
Otro tema es que se debe lavar el rostro desde arriba hacia abajo y si se hace desde abajo hacia arriba el udû no será correcto.
Continuará ...
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Referencia: Leyes Prácticas del Islam, Ayatollah Jomeini