Artículos el profeta del islam
Dichis sobre las compañeros del prodeta(BP)
Bujârî y Muslim narran el siguiente hadîz del Profeta (BP):
¿Quiénes son los miembros de la familia o Ahlul Bait del profeta? El profeta responde
Bujârî en su Sahîh, menciona una larga narración acerca de los hábitos del Profeta (BP) y sus compañeros de la cual extraemos únicamente este fragmento: …Cad
‘Abdullah relató: “El Mensajero de Allah (B y P) dijo: «Yo seré el primero de vosotros en llegar al Estanque.
Un hombre llegó donde el Profeta y se quejó de que su vecino le causaba problemas. El Profeta (B.P, y Dése.) le aconsejó ser paciente.
El mensajero de Dios (BPD) ingresó a la mezquita mientras un grupo rodeaba a un hombre.
Del Mensajero de Dios (BP): Un hombre fue a visitar a su hermano (amigo) que se encontraba en otro pueblo. Dios colocó a un ángel en su camino.
Del Profeta (BPD) : "La gente elogiaba en su presencia a un hombre mencionando todas sus buenas cualidades.
Desde el momento de su nacimiento hasta que se separa del ámbito familiar y comienza una vida en común con los demás, el niño debe atravesar dos etapas formativas:
1 – La etapa de la niñez, que abarca desde el primer año de edad hasta los siete años. En esta etapa el niño no está del todo preparado para recibir una educación directa puesto que él no conoce su propio mundo.
2 – Desde los siete a los catorce años. En esta etapa el intelecto se desarrolla progresivamente y se prepara para la actividad intelectual, y puede aprender y recibir instrucción.
En la primera etapa la educación debe ser indirecta, y la orden y prohibición de carácter formativa jamás debe estar acompañada de una presión psíquica, sino que el niño se familiariza con la educación y la instrucción a través de quienes lo rodean, y fundamentalmente es de esa manera que se disponen sus primeras bases morales y registra y graba en su mente buenos recuerdos y conductas apropiadas de su entorno.
En la segunda etapa no ha de permitírsele al niño hacer su parecer ni se debe pasar por alto sus desobediencias, sino que se debe contener sus insolencias, enseñarle el orden y la disciplina y refrenar sus travesuras, evitando que desperdicie el tiempo, e incentivándolo a realizar actos devocionales y beneficiosos.