El adhân es el llamado a la oración general, cuyo objetivo es convocar a la gente a la mezquita para la oración en comunidad. El iqâmah se realiza luego del adhân, cuando la gente ya se ha convocado, y se dice en un tono comparativamente más bajo que éste, justo en el comienzo mismo de una oración para que la gente se pare y se acomode para la plegaria.
El adhân es una consigna rítmica, corta, repleta de contenido y constructiva, que conforma un medio para anunciar la presencia del Islam, presentar la doctrina y acciones de los musulmanes, y asimismo es un clamor contra los demonios.
Es mustahabb o preferible, después de llegado el tiempo de la oración, en tanto estamos parados de frente a la quiblah, primero decir el adhân y luego la iqâmah en un árabe correcto y sin que medie intervalo alguno entre ambos y la oración.
Aparte de las oraciones diarias obligatorias y las realizadas en pago por las mismas, ninguna otra oración tiene adhân e iqâmah.
Asimismo es preferible que en el día del nacimiento de un niño se le recite el Adhân y la Iqâmah en sus oídos. Cuando nació el Imam Husein -la paz sea con él- el Noble Profeta del Islam -las bendiciones y la paz sean con él- lo tomó en sus brazos y recitó el Adhân en su oído derecho y la Iqâmah en su oído izquierdo. [Ref: Las leyes prácticas del islam, No: 1693.]
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